domingo, 1 de marzo de 2009

Ofrenda de mar

Signos de mar, de espera y despedida. Calor sobre una costa y un cuerpo que mira lejanías. Será del frío que nazca el encuentro a espaldas de una ciudad en ruinas. Calor y frío bajo la noche, calor y frío sobre la misma orilla. Cuerpo de mujer buscando en la noche, te despierta el viento. Ha traído un nombre semejante a un puerto. Los cabellos señalan al oriente si el viento quiere y el brazo del mar está sobre los tobillos de quien conoce la sed.
Más allá, sal en los ojos del náufrago. Viviendo de imsomnios entrecortados y la enemistad de un dios manchada en la camisa, han pasado los días.

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